Desde el primer momento que vimos la finca en fotos supimos que era el lugar perfecto para nuestra boda. Cuando llegamos allí, no nos equivocamos. Un jardín precioso, comida de calidad con cocina propia y un salón increíble que nos enamoró nada más entrar.
Super atentos a todos los detalles. Experiencia y profesionalidad.
Fue una boda de 10, a pesar de la lluvia, pudimos disfrutar hasta el final.
Gracias a todo el servicio que participó en nuestra boda y sobre todo gracias a Rosa y Álvaro que estuvieron desde un principio acompañándonos y ayudándonos en todo